Con el crecimiento más que evidente de la electromovilidad y una red de recarga que a menudo es escasa, está claro que pueden aparecer problemas de accesibilidad para que los conductores carguen sus vehículos eléctricos. Es aquí donde los cargadores rápidos entran en juego, ya que permiten reponer la autonomía de los vehículos a mucha más velocidad de lo que puede conseguirse con un cargador doméstico gracias a una mayor potencia, y son por lo tanto ideales para aumentar la red de recarga pública.
Sin embargo, para muchos operadores o pequeños propietarios de puntos de carga, instalar un cargador rápido o varios de ellos puede implicar inconvenientes porque una potencia mayor también implica un mayor requerimiento de energía, que por el momento puede ser considerado injustificado. Por eso, ser capaz de adaptar las necesidades del cargador fácilmente al caso de cada operador es vital, y eso es precisamente lo que permite el conjunto módulos de potencia presente en los cargadores rápidos, ultrarrápidos y de alta potencia de Circontrol.
Adaptarse a cada caso con total fiabilidad
La arquitectura modular de todos nuestros modelos Raption, a partir de módulos de potencia, facilita adaptarse a la energía disponible en cada caso. Así, si un operador no puede disponer de toda la electricidad que necesitaría para una carga de alta potencia, puede instalar el mismo cargador con una potencia menor y aumentarla progresivamente en bloques de 25 kW en un futuro de forma sencilla. De esta manera, el operador puede amoldarse a las posibilidades de las nuevas generaciones de baterías de vehículo eléctrico a la vez que reduce sus costes de instalación.
Pero esta no es la única ventaja de la arquitectura modular de los cargadores rápidos de Circontrol, ya que también permite limitar el alcance de posibles averías. En este sentido, en ocasiones en los que un fallo técnico afectaría al control de potencia del cargador, este podría quedar completamente inutilizado. Sin embargo, al estar fragmentado en distintos módulos, se facilita que la avería quede reducida a uno de ellos, permitiendo al resto funcionar correctamente y haciendo posible seguir con la carga del vehículo eléctrico sin tropiezos. Esto facilita enormemente la experiencia de recarga tanto para el operador como para el usuario, permitiéndole continuar con su día a día sin tropiezos.
En suma, esta arquitectura modular ha estado precisamente concebida para hacer de la recarga de vehículo eléctrico una tecnología cómoda, sencilla y eficiente. Una forma de fomentar una red de hubs de carga accesibles, fiables y duraderos para seguir el ritmo de una electromovilidad sin freno con total tranquilidad.
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